Te invitamos a unir cuerpo y mente a través del yoga y del movimiento.

Un yoga que acompaña, no que exige

En Morada entendemos el yoga como una práctica de cuidado, escucha y presencia. Aquí no venimos a encajar, rendir cuentas ni corregirnos, sino a habitar el cuerpo tal como está, en su proceso, en su tiempo, honrando los orígenes de una disciplina ancestral.

Somos un espacio feminista, inclusivo y seguro donde cada cuerpo y cada vivencia tienen lugar. Acogemos a todas las identidades —sexuales, de género, corporales, neurodivergentes o migrantes— con el deseo profundo de ser refugio y no frontera.

Creemos en un yoga que no se separa de la vida: que abraza la menstruación, el cansancio, la ansiedad, el duelo, el deseo de moverse o de parar. Un yoga que no se impone desde fuera, sino que nace desde dentro.

No importa si es tu primera vez o si llevas años practicando. En Morada, la práctica se adapta a ti —no al revés. No trabajamos con discursos normativos sobre el cuerpo ni con formas de exigencia disfrazadas de bienestar. Sostenemos un lugar donde puedas moverte, respirar y descansar con honestidad, sin juicio y en Sangha, comunidad.

💜 Aquí no venimos a hacerlo “bien”. Venimos a reconocer el cuerpo como un lugar digno de habitar, cuidar y sostener.